PAPELES PARA EL PROGRESO
DIRECTOR: JORGE BOTELLA
NÚMERO 29                                                                                           NOVIEMBRE - DICIEMBRE  2006
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SOLIDARIDAD PERSONAL


Hace pocos días, en una comida de negocios asistí a una conversación que removió mi concepto de responsabilidad social.
Uno de los comensales aludía al problema de la inmigración y la inseguridad que generaba en su sociedad la llegada de personas sin recurso de trabajo y con poca cultura.

- Debido a que algunos se les legaliza su situación de trabajo es causa de incitar a otros a aventurarse a emigrar, lo que nos está generando un grave problema de contención del flujo de cuantos quieren venir.

Otro de los comensales, en cambio, adoptaba una postura más tolerante, mediante la cual se ponía en el lugar de los inmigrantes.

- Si existe un gran problema es el que padecen los emigrantes que han de dejar su tierra para conseguir una vida mínimamente digna.
- Nos trasladan su problema de tal modo que un días llegaremos a confundir nuestra identidad.
- Pero ello es consecuencia de los desequilibrios de vida. Mientras haya un abismo entre ricos y pobres, el recurso a la emigración será la expectativa de tantos. Y cuanto más grande se haga la diferencia económica mayor será la procesión migratoria que habremos de padecer.
- La solución estará en que se desarrollen en sus pueblos, lo que corresponde a las autoridades políticas trabajarlo, como les corresponde asimismo impedir el proceso migratorio.
- ¿Y quién iba a hacer los trabajos que ejecutan y que ya ninguno de los nuestros quiere realizar?.
- Que vengan sólo los que necesitemos, pero de forma absolutamente controlada. Lo demás no hace sino agravar un problema de engrentamiento, que más pronto o más tarde concluirá en una confrontación.
- Eso soluciona nuestro problema, pero no el de ellos. Insisto en que la causa es un problema social que sólo tienen solución con una respuesta social.
- Qué se la den los políticos.
- No has comprendido. El problema no es político, sino social. Tan sólo asumiendo que como integrante de la sociedad te corresponde una parte alícuota del problema, porque lo reconoces como tuyo, se podrá mejorar la solución. ¡No me lo digas! pero te reto a que consideres qué parte de tu renta mensual dedicas a solucionar este problema que aduces ser el principal que afecta a nuestra sociedad.

Aquel hombre no sé si llegó a considerar, pero yo sí, y me avergoncé de quejarme como él y no estar haciendo nada resolutivo. Evidentemente el problema que mueve a emigrar es el gran problema y menor el efecto que causa en las sociedades de acogida. En resolver el problema en el origen está la solución, pero nada se solucionará si los que estamos aquí y tenemos la llave de la economía mundial no abrimos nuestra caja y aportamos los medios para mejorar su situación. Y como decía uno de los comensales, eso sólo está en la responsabilidad personal para entender que también es nuestra sociedad la que trasciende por el sur nuestras fronteras.