PAPELES PARA EL PROGRESO
DIRECTOR: JORGE BOTELLA
NÚMERO 37                                                                                              MARZO - ABRIL  2008
página 8
 

PARQUES ACTIVOS


Adaptar los complementos de la arquitectura urbana a las reales demandas de los ciudadanos implica atender más a las nuevas necesidades que se crean por los modernos hábitos de vida o por la modificación de la estructura social de los habitantes de un municipio o barriada.
Entre estas posibilidades de diseño no estaría de más que en los parques se introdujeran algunos medios con los que se facilitara que los abuelos hicieran ejercicio al tiempo que acompañan y cuidan de los nietos.
Ese periodo de vida que tiene su comienzo con la jubilación supone una cierta reducción de actividad, que si bien es necesaria para el conjunto del organismo, puede ser perjudicial para la fisiología general y para determinadas patologías que requieren actividad para contener la atrofia propia de la senectud. Por eso, favorecer la práctica del ejercicio a los mayores es muy conveniente.
Dotar a los parques de esos instrumentos facilita poderlos utilizar en grupo al tiempo que favorece el ánimo por la comunicación entre los usuarios de las ventajas que reportan. Las bicicletas, los andadores, etc. permiten el fácil acceso de los abuelos a esos instrumentos que ni sus economías les permiten adquirir, ni muchas veces existe espacio en sus hogares para ubicarlos.
El hábito de compaginar el acompañar a los nietos -si se tiene que atender ese cuidado- con el de hacer ejercicio físico es muy saludable y debería recomendarse a todos los ciudadanos mayores. El efecto de esos ejercicios está en la continuidad y parte de la constancia se consigue cuando no se ha de elegir entre llevar los nietos al parque o ejercitarse en el paseo personal.
Desde luego es evidente que hacer ejercicio es mejor que permanecer de continuo sentado, aunque un buen rato en el parque deja tiempo para todo. Si existen medios al alcance se utilizarán, con la consiguiente ayuda para la salud.
En especial muchas ciudades tienen un proporción de mayores muy superior a la de niños, y parece lógico que la arquitectura urbana atienda estas nuevas necesidades derivadas de la evolución de la longevidad.